Empresas de todo tipo y tamaño se han visto obligadas el último año a acelerar o iniciar el proceso de digitalizar sus relaciones con clientes, empleados y proveedores. Las que aún no habían trasladado sus datos a la nube se apresuraron a hacerlo durante la pandemia. De acuerdo con la revista Forbes, estamos en medio de un cambio más grande que el que vimos en los últimos 20 años.
Claro está que no se trata sólo de hacer lo mismo, pero en la nube. Es, más bien, una oportunidad a aprovechar para repensarse como empresa. La transformación digital es el proceso de reinvención para seguir siendo competitiva en tu negocio y sector.
¿Pero qué priorizamos en este proceso? ¿O por donde comenzamos?
A nuestro modo de ver en realidad se trata de cambiar por un enfoque orientado a la incertidumbre. Debemos pensar que nos vamos a mover en un contexto de incertidumbre. Por lo tanto, no se trata de solo migrar nuestra vieja infraestructura informática a la nube sino de incorporar la capacidad de cambiar y volver a hacerlo y luego volver a hacerlo.
Para ello,
en primer lugar, hay que escoger una plataforma tecnológica que te dé esa rapidez para poner en marcha nuevas propuestas y esa agilidad para adaptarlas, mejorarlas e incrementarlas y volver a hacerlo.
Esas plataformas emergieron hace varios años y se las conoce con el acrónimo PAAS o plataformas como servicio. Recomendar una plataforma escapa a este informe, pero digamos que la adopción depende principalmente del tamaño de la empresa y su disponibilidad de personal técnico. Para empresas mas pequeñas las plataformas low o no code son seguramente las más atractivas.
Tener estas tecnologías a mano es solo una parte de la historia.
Puedes quedarte ahí o bien puedes dar el segundo paso, también relacionado a la idea de la incertidumbre: Dar el salto mental hacia la agilidad.
Se trata de un cambio de valores no tecnológico y por eso no basta con que se produzca en el sector de TI sino que debería impregnar a todos.
Te preguntarás porque lo puse en segundo lugar si el cambio hacia la agilidad es tan importante, porque la correcta elección de la plataforma tecnológica tiene la capacidad de actuar como iniciadora, facilitadora y catalizadora de ese salto hacia la agilidad.
¿Y qué sería esa “cultura” o filosofía de la agilidad? Mientras que una organización diseñada para la estabilidad, tiene una jerarquía estructural estática y aislada, con objetivos y procesos de decisión verticales que la tornan rígidas y de movimientos lentos, cuando la cultura ágil impregna a la organización, la orienta al aprendizaje y la innovación permitiendo ciclos de decisión cortos y reconfiguraciones rápidas para aprovechar las oportunidades de creación de valor y mantener un alineamiento continuo con el cliente y otras partes interesadas.
Comprender que el cambio más profundo no es tecnológico, sino que ocurre en la gestión en todos los niveles, es fundamental para que no se detenga el proceso de transformación.
En JavierBadillo.com.ar estamos colaborando con nuestros clientes en sus procesos de transformación digital.