Muchos productos están ayudando a las empresas a avanzar hacia el futuro digital, pero una fuerza impulsora clave en el camino hacia la transformación digital es la opción de plataformas sin código y/o de código bajo. Estas plataformas pueden simplificar y acelerar el desarrollo de aplicaciones, lo que lleva a reducir costos y reducir riesgos. También permiten a las empresas realizar cambios estratégicos en la forma en que aprovechan la tecnología para abordar las cambiantes necesidades de los clientes.
Además, puede comenzarse con una sola aplicación y, poco después, le siguen numerosas aplicaciones, y así comienza el viaje hacia la transformación digital en toda la empresa.
Si bien esta tecnología es muy atractiva para cualquier tipo de empresa, resulta particularmente interesante para pymes porque les permite bajar prácticamente todos los tiempos del personal de TI: asociados a la ejecución de las aplicaciones (gestión de usuarios, back ups), mantenimiento y desarrollo de estas. Asimismo, se simplifica la gestión del hardware al no tener que configurar servidores de usuarios o de bases de datos. Liberando al personal de TI para abocarse a tareas más productivas.
La utilización de plataformas de low code también acortará los periodos de aprendizaje y permite que la organización necesite en un menor tiempo así como adaptar las mismas al entorno cambiante; permite pasar rápidamente del análisis funcional a la entrega de la solución; permite avanzar progresivamente ajustando la aplicación en base a la experiencia de uso y las sugerencias de los usuarios, y mejora la posibilidad de contratar desarrolladores remotos (teletrabajo) si fuera necesario y algo muy importante permite escalar las aplicaciones a necesidad.
La principal contribución que resalta de esta tecnología es el aumento la capacidad innovativa en TICs al permitir a la empresa transitar un nuevo camino en el que las ideas se transformen rápidamente en aplicaciones que agregan valor y también permite a los usuarios comerciales no técnicos desarrollar una gama de aplicaciones comerciales simples para hacer que las tareas sean más manejables.
La velocidad de implementación es otra gran victoria que permite la nube. A diferencia de las soluciones personalizadas que pueden llevar meses personalizar e integrar, las plataformas sin código basadas en la nube se pueden implementar en su organización en un día, sin ayuda de TI, ¡y los usuarios pueden crear aplicaciones en horas!